En 2014, Nick Hall contó la relación que Joe Strummer mantuvo con España en el documental «I need a dodge! Joe Strummer on the run!». Utilizando el mismo como referencia, os hablamos de la surrealista estancia del líder de los Clash en algunas ciudades españolas a mediados de los ochenta del pasado siglo.
Tras el fracaso crítico y comercial que obtuvo el último disco de los Clash publicado en 1985, “Cut the Crap», Strummer buscó desconexión y hacer borrón y cuenta nueva en otras latitudes geográficas. Años atrás en Londres, Joe había conocido a la española Paloma Romero, batería de las Slits, que le “transmitió su amor por Lorca y por España”. Así que, huyendo del acoso mediático británico, que incluso llegaría a preguntarse por el paradero del músico durante su periplo español, decidió recalar en 1986 en nuestro país, más en concreto en la ciudad de Federico García Lorca. Los intentos por pasar desapercibido fracasan cuando acude al bar “Silvar” de Granada donde es reconocido por los músicos de 091, que se hacen amigos de Strummer y le animan a participar en la maqueta que tienen entre manos que se acabaría llamando “Grabando en Recogidas with sexy señoritas” (“Recogidas” por el nombre de la calle granadina donde se grabó, y “sexy señoritas” porque hacía alusión a las novias de los músicos que siempre estaban merodeando por allí durante el proceso de creación de la maqueta). Pero la “trama” de “I need a dodge! Joe Strummer on the run” está sobre todo relacionada con el deseo de Joe de conducir un coche de fabricación española, un Dodge 3700 GT que le ayudó finalmente a conseguir Santiago Auserón de Radio Futura durante una de las visitas del líder de los Clash a Madrid. Más que con la consecución de ese deseo, con la pérdida del mismo, pues el coche desapareció cuando Joe tuvo que ir apresuradamente a Londres porque su mujer estaba a punto de dar a luz a Lola, la hija de ambos. No se supo más del vehículo tras ese viaje. Algunos recordaban que pudo quedar aparcado en el garaje del DJ del bar King Creole tras aquella noche de juerga en Malasaña. Años después, durante una celebración del festival musical de Glastonbury, Strummer era entrevistado por el presentador de Radio 3, Paco Pérez Bryan donde aprovechó para denunciar a la audiencia la desaparición de su Dodge y expresar en mitad de la charla, con su peculiar mezcla de Spanish English: – “Amigos, mujeres, brothers and sisters. I loved that dodge!”.
Tiempo después durante la grabación de este documental, el realizador acude a Madrid, a las inmediaciones de los lugares por donde pudo quedar aparcado aquella noche, llama a la Jefatura de Tráfico y pregunta en los desguaces. Todo en vano. El Dodge 3700 GT desapareció misteriosamente sin hacer ruido, como el propio Strummer había hecho años atrás cuando planeó su huida de Inglaterra a España hastiado de la “depresiva atmósfera londinense” y del clima de hostilidad que se había generado en torno a él tras la última publicación de los Clash, un músico obsesionado con nuestro país que quiso vivir en Andalucía por parecerle un buen lugar para escuchar y aprender de los errores del pasado y que tristemente murió demasiado joven.