Quien busque en «Nueve Sevillas» (2021) de Gonzalo García Pelayo y Pedro G. Romero un reportaje ortodoxo sobre el flamenco contemporáneo, y no solo hispalense, huirá espantado de él. El penúltimo trabajo de García Pelayo se sacude de encima los clichés narrativos y la condescendencia de buena parte del género, y opta por la fidelidad a las constantes en la obra de su autor.

Gonzalo García Pelayo, además de director de cine, es jugador profesional y productor musical. Entre sus galones profesionales en esto último, figura el descubrimiento de Triana y la producción de su primer trabajo discográfico, el revolucionario hito del rock andaluz «Triana», también conocido como «El patio», 1975, Movieplay.

Flamenco, Sevilla, azar y animales

«Nueve Sevillas» se compone de nueve paseos por la capital andaluza acompañados de instantes de flamenco protagonizados por Israel Galván, Alfredo Lagos, Inés Bacán, Raül Refree, Rocío Márquez, Raúl Cantizano, Leonor Leal, Tomás de Perrate, Niño de Elche, Rocío Molina, Silvia Pérez Cruz y Rosalía. En esta polifonía escuchamos a figuras vinculadas con el flamenco desde diferentes ámbitos


como la fascinante bailaora londinense de origen afrocaribeño Yinka Esi Graves. Una mujer obsesionada con el flamenco que reside en Sevilla desde hace más de una década y que en «Nueve Sevillas» pasea junto a la vaca Trianera. Un animal que para ella está asociado a sus estancias de niña junto a su abuela en la isla caribeña de Guadalupe,

José Jiménez Santiago “Bobote”, gitano con raíces jienenses que ha llevado su arte en el baile y las palmas a países como Japón o Estados Unidos,

la chilena afincada en Sevilla Javiera de la Fuente que combina en su obra la danza y la performance desde un punto de vista crítico y con un componente de estudio sobre lo ritual,

la torera gitana trianera Vanesa Montoya a lomos del caballo albino Caramelo. En «Nueve sevillas» se recuerda como el entorno del toro fue unos de los primeros en abrazar y asimilar la cultura del cante y baile flamenco,

el inclasificable poeta gaditano acogido en Sevilla David Pielfort, que proporciona con su ingenio y su armamento surrealista en verso libre, alguno de los instantes más divertidos de la película

la actriz gitana Rocío Montero, residente en el poblado chabolista de «El Vacie» que triunfó hace años en los teatros de Madrid por su interpretación de Bernarda Alba, en «La casa de Bernarda Alba» de Lorca

Rudolf Rostas “Janek”, bailarín húngaro de profesión y vendedor ambulante ocasional, que recita impactantes cantos y coplas acerca de la persecución nazi de gitanos y judíos

o Pastora Filigrana, abogada, escritora y activista gitana especializada en feminismo y flamenco y una de las habituales voces críticas contra la especulación inmobiliaria en Sevilla.


El momento Rosalía de «Nueve Sevillas»

Todas estas secuencias didácticas de descubrimiento de la fauna urbana sevillana rematadas con brillantes momentos de actuaciones de flamenco, están rodadas con espontaneidad y naturalidad y «chocan» de forma positiva con el elaborado y complejo montaje del tercer autor de «Nueve Sevillas» junto a Pelayo y Romero, Sergi Dies. Una edición que se prolongó durante dos años frente a las escasas dos semanas que supuso el rodaje, y que aportan otro punto de vista y otra voz más ante las horas de material en bruto cogidas en la calle que había que tratar.

«Nueve Sevillas» es una película «flamenca» y rara sobre el flamenco y sobre Sevilla estructurada en nueve paseos imprevisibles, que posee multitud de miradas y una libertad radical en su sorprendente construcción. Un maravilloso perro verde andaluz, y uno de los mejores «documentales», que no pretende serlo, sobre música estrenados en 2021.

José Martín S