«Dead Souls’ Vacation», el documental de Keko Chelidze producido en 2020, cuenta instantes de la vida de Levan Svanidze. Un músico de Georgia que en la década de los noventa gozó de cierto prestigio. Hoy, se aproxima a la cincuentena y vive con su madre en una casa minúscula. Todos los intentos por remontar su carrera musical son abortados por la mala suerte y por su madre Lamara, una octogenaria hipocondríaca, absorvente y posesiva obsesionada por la Georgia (estalinista) de cuando formó parte de la Unión Soviética, que no puede vivir sin los cuidados ni la presencia en casa de su hijo. Mientras, el entorno de amistades del bajista es partícipe de su vida grotesca en caída libre que le aconseja un cambio de rutinas: que salga con una chica o que presente cds allí donde le puedan ofrecer trabajo y remontar en su carrera musical.
La directora georgiana Keko Chelidze confecciona una dura crónica sobre el fracaso y sobre los intentos de escapada de un ser humano hacia la luz desde un entorno claustrofóbico y enfermizo. Consigue sortear los clichés de los documentales al uso sobre músicos con sus voces en off y entrevistas de los protagonistas mirando a cámara, para ofrecer una historia ultrarrealista mucho más interesante y cinematográfica en su fórmula narrativa.