Debutaron en 2011 y, justo ahora diez años después, YUCK han anunciado su disolución. El grupo que en pleno siglo 21 reivindicó los sonidos de los noventa del siglo pasado y que parecía obsesionado por el catálogo de artistas del sello discográfico Sub Pop, desaparece dejando una discografía de solo tres títulos.
“Hemos lanzado tres trabajos discográficos juntos y estamos muy orgullosos de lo conseguido, pero sentimos que es importante saber cuando hay que trazar una línea. No ha sido un viaje fácil para algunos de nosotros”, declararon YUCK en sus redes sociales, agradeciendo también a todos los que apoyaron al grupo tanto profesionalmente como a sus seguidores.
En su debut, el primoroso «Yuck» editado por Mercury Records a primeros de 2011, los riffs contagiosos del cantante y guitarrista Daniel Blumberg jugaban tanto a encarnarse en J. Mascis en algunas ocasiones, como en Thurston Moore, en otras. Y cuando se ponían la máscara del power pop les salía un tema como «Shook & Down», un remedo sorprendente para medalla de grupos como Big Star o Teenage Fanclub. Tras esa prometedora irrupción, YUCK sacaron «Glow and Behold», en la que se diluía un poco la capacidad de sorpresa y parecía menos inspirado que su ópera prima discográfica. Tal vez se notaba la ausencia de Blumberg, que en 2013 abandonó a sus compañeros para dedicarse a proyectos en solitario. Tras esa segunda publicación, YUCK volvieron con «Stranger Things» en el que cargaban las tintas sonoras en el Shoegaze y el Lo-Fi sin hacer ruido ni llamar la atención, fieles a sí mismos. Un último álbum que deja un sabor agridulce. Habríamos necesitado más material de YUCK que consolidase su estilo y forjara una personalidad de los británicos que ya no va a poder ser. Nos quedará el recuerdo en pleno siglo ventiuno de su reivindicación de lo mejor de finales del pasado: de Dinosaur JR a Pavement pasando por Yo la tengo, Posies o Sonic Youth. Incluyeron tantos elementos de calidad en su batidora de referencias, que su discografía (sobre todo su primer álbum homónimo) sabe a poderosa delicia nostálgica.