«A principios de siglo, todxs en Nueva York perseguíamos lo mismo: una sensación de rebelión, de posibilidad, de promesa, de caos. Teníamos que encontrar aquello que antes que a nosotros había seducido a Charlie Parker, Bod Dylan, Lou Reed o Madonna. Algo de aquello quedó sintetizado en momentos musicales como los del genio de la guitarra de Nick Valensi de The Strokes al comienzo de «New York City Cops», en el alarido primario de Karen O de Yeah Yeah Yeahs en el tema «Our Time» o en la desesperación íntima y cómica del James Murphy (LCD Soundsystem) de «Losing my Edge» __ Extracto del libro «Nos vemos en el baño. Renacimiento y Rock and Roll en Nueva York. 2001 – 2011 (Neo-Sounds)» de Lizzy Goodman.

El documental «Meet Me In The Bathroom» (2022) de Will Lovelace y Dylan Southern, toma como punto de partida el libro de Goodman para ilustrar la escena musical neoyorquina de principios de siglo que protagonizaron The Strokes, Interpol, Yeah Yeah Yeahs, Rapture o LCD Soundsystem, entre otros. Este renacimiento de la ciudad y de sus músicas está contado con imágenes poco o nada conocidas y con entrevistas exclusivas a las bandas protagonistas de aquel momento. «Meet Me In The Bathroom», que también fue un tema de The Strokes incluido en el segundo trabajo discográfico que publicaron en 2003 «Room on fire», fascina cuando abre el cajón de las imágenes de archivo pero decepciona en su intento de abarcar demasiado y de cubrir las trayectorias y opiniones de muchas bandas de la época en poco más de hora y media de metraje. Como si enumerar y «pasar lista» fuera más interesante para sus directores que adentrarse en ese mundo y conocer para, así, poder matizar y establecer diferencias y conexiones entre formaciones.

Quizá hubiera sido más correcto centrarse en un grupo o en alguno de sus miembros, para que nos contara desde lo personal y sin batiburrillo lo visto y vivido en una ciudad herida tras los atentados del 11S que pasó de aquel terror al de la gentrificación que ya se venía practicando años atrás, y que provocó entre otras cosas la expulsión de familias trabajadoras de sus barrios y que el censo de los sin techo creciera en poco tiempo en un porcentaje de escándalo en la ciudad de Nueva York. Aún así, quedan algunos momentos interesantes en «Meet Me In The Bathroom» como los de Tunde Adebimpe, cantante negro del grupo de Brooklyn TV On The Radio narrando en una grabación de voz, que sus padres no se tomaron demasiado en serio sus deseos de ser artista cuando era adolescente, a Karen O de Yeah Yeah Yeahs contar su experiencia como la líder de un grupo que le llevó a dudar de su valía por ser una excepción en una escena mayoritariamente masculina (por cierto, hay un instante vergonzoso cuando un fotógrafo intenta fotografiar su entrepierna durante un directo), y de cómo su condición de mestiza de padre polaco y madre de Corea del Sur, ayudó a que encontrara sobre el escenario su auténtico hogar. Un documental correcto pero que arriesga poco y no descubre nada nuevo ideal, eso sí, para las nuevas generaciones interesadas en la escena musical neoyorquina de principios de siglo que quieran tener un acercamiento audiovisual informativo a ella.

José Martín S