Cuentan que, desde principios de la década de los setenta del pasado siglo, Bowie viajaba junto a «una biblioteca móvil dentro de unos baúles especiales que, al abrirse y colocados meticulosamente en baldas, revelaban decenas de libros que le acompañaron durante sus giras y rodajes». Una afición a la lectura que comenzó cuando el músico era un niño residente del barrio de Bromley, al sureste de Londres, y que tomó finalmente forma de lista de «libros favoritos» ya en este siglo, cuando el mito estaba en la cima de la popularidad y entre sus adeptos había ganas de conocer y mirar con lupa las artes referenciales que forjaron al músico ayudando a edificar su talento icónico.

David Bowie, un lector voraz

En 1998 comenzó a escribir reseñas de libros para «Barnes & Noble», una de las librerías estadounidenses más conocidas e importantes con sede en Nueva York. Aquello fue el germen de la lista de lecturas que Bowie decidió hacer pública. Una lista previsiblemente ecléctica como era de esperar en su autor, que abarca desde «La Ilíada» de Homero, escrito en el siglo VIII a. C., a «La naranja mecánica» de Burgess publicado en 1962.

A Bowie le interesó el ensayo musical personal, como demuestra la inclusión de títulos como «Awopbopaloobop Alopbamboom» (1969) de Nik Cohn, immersión del escritor británico en la música pop escrito a la edad de veintidós años, «Historia del rock: el sonido de la ciudad» (1970) del DJ y mánager Charlie Gillett o bien, ‘Oooh, My Soul: la explosiva historia de Little Richard, biografía autorizada’ de Charles White (1984).

En la selección no faltan grandes clásicos literarios del sg XX como «El extranjero» de Camus, «Lolita» de Nabokov, «1984» de Orwell, «El gran Gatsby» de Fitzgerald o «El maestro y la margarita» Bulgákov.

La adaptación cinematográfica de Kubrick de unos de los libros que fascinaron a Bowie

La fascinación por Alemania, y por Berlín en concreto, fue alimentada a lo largo de su vida gracias a lecturas como «Antes del diluvio: una semblanza del Berlín de los años veinte» de Otto Friedrich, narración situada tras la Primera Guerra Mundial durante la República de Weimar o «Berlín Alexanderplatz» de Alfred Döblin, ficción sobre Franz Biberkopf, el personaje condenado al fracaso y a la brutalidad tras salir de la cárcel.

Edición inglesa de «Berlín Alexanderplatz» de Döblin

Sintió interés por ciertas publicaciones clínicas psiquiátricas debido a la enfermedad mental que padeció su hermano Terry. Libros como «El yo dividido» de R.D. Lang en la que el polémico psiquiatra explicaba la necesidad de intentar comprender y profundizar en el esquizofrénico y su lenguaje pasando página a las instituciones y manicomios que aislaban a los enfermos atiborrados a pastillas.«El origen de la conciencia en la ruptura de la mente bicameral» es otro de los 100 libros favoritos de Bowie. Allí Julian Jaynes desarrollaba una extrañá teoría acerca del funcionamiento del cerebro que, «dividido en dos partes o cámaras, el hemisferio derecho transmite alucinaciones auditivas al izquierdo diciéndole qué hacer».

En defininita, Bowie fue un lector compulsivo que llegó a declarar a un popular semanario musical británico que algunas lecturas le habían «marcado igual o más que algunos acontecimientos de su vida», y que llegó a citar directamente en su obra a los escritores que admiró, como en el tema de «Aladdin Sane» (1973) titulado «The Jean Genie», juego de palabras con el nombre del novelista, dramaturgo y poeta Jean Genet.

José Martín S

Listado de libros favoritos de Bowie:

Anthony Burgess, ‘La naranja mecánica’ (1962)

Albert Camus, ‘El extranjero’ (1942)

Nik Cohn, ‘Awopbopaloobop Alopbamboom: Una historia de la música pop’ (1969)

Dante Alighieri, ‘Infierno’ (Circa 1320)

Junot Diaz, ‘La maravillosa vida breve de Óscar Wao’ (2007)

Yukio Mishima, ‘El marino que perdió la gracia del mar’ (1963)

Frank O’Hara, ‘Selected Poems’ (2009)

Christopher Hitchens, ‘Juicio a Kissinger’ (2001)

Vladimir Nabokov, ‘Lolita’ (1955)

Martin Amis, ‘Dinero’ (1984)

Colin Wilson, ‘El desplazado’ (1956)

Gustave Flaubert, ‘Madame Bovary’ (1856)

Homero, ‘La Ilíada’ (siglo VIII a. C.)

James Hall, ‘Diccionario de temas y símbolos artísticos’ (1974)

Saul Bellow, ‘Herzog’ (1964)

T. S. Eliot, ‘La tierra baldía’ (1922)

John Kennedy Toole, ‘La conjura de los necios’ (1980)

Greil Marcus, ‘Mystery Train’ (1975)

‘The Beano’ (1938–actualidad)

Fran Lebowitz, ‘Vida metropolitana’ (1978)

Richard Cork, ‘David Bomberg’ (1988)

Alfred Döblin, ‘Berlin Alexanderplatz’ (1929)

George Steiner, ‘En el castillo de Barba Azul: aproximación a un nuevo concepto de cultura’ (1971)

D. H. Lawrence, ‘El amante de Lady Chatterley’ (1930)

Petr Sadecky, ‘Octobriana and the Russian Underground’ (1971)

Conde de Lautréamont, ‘Los cantos de Maldoror’ (1868)

John Cage, ‘Silencio’ (1961)

George Orwell, ‘1984’ (1949)

Peter Ackroyd, ‘La sombra de Hawksmoor’ (1985)

James Baldwin, ‘La próxima vez el fuego’ (1963)

Angela Carter, ‘Noches en el circo’ (1984)

Eliphas Levi, ‘Dogma y ritual de la Alta Magia’ (1856)

Sarah Waters, ‘Falsa identidad’ (2002)

William Faulkner, ‘Mientras agonizo’ (1930)

Christopher Isherwood, ‘El señor Norris cambia de tren’ (1935)

Jack Kerouac, ‘En el camino’ (1957)

Edward Bulwer-Lytton, ‘Zanoni o el secreto de los inmortales’ (1842)

George Orwell, ‘En el vientre de la ballena’ (1940)

John Rechy, ‘La ciudad de la noche’ (1963)

David Sylvester, ‘La brutalidad de los hechos: entrevistas con Francis Bacon’ (1987)

Julian Jaynes, ‘El origen de la conciencia en la ruptura de la mente bicameral’ (1976)

F. Scott Fitzgerald, ‘El gran Gatsby’ (1925)

Julian Barnes, ‘El loro de Flaubert’ (1984)

J. B. Priestley, ‘English Journey’ (1934)

Keith Waterhouse, ‘Billy Mentiroso’ (1959)

Alberto Denti di Pirajno, ‘Una tumba para un delfín’ (1956)

‘Raw’ (1986–1991)

Susan Jacoby, ‘The Age of American Unreason’ (2008)

Richard Wright, ‘Chico negro’ (1945)

‘Viz’ (1979–actualidad)

Ann Petry, ‘La calle’ (1946)

Giuseppe Tomasi di Lampedusa, ‘El Gatopardo’ (1958)

Don DeLillo, ‘Ruido de fondo’ (1985)

Douglas Harding, ‘Vivir sin cabeza’ (1961)

Anatole Broyard, ‘Cuando Kafka hacía furor’ (1993)

Charles White, ‘Oooh, My Soul: la explosiva historia de Little Richard, biografía autorizada’ (1984)

Michael Chabon, ‘Chicos prodigiosos’ (1995)

Arthur Koestler, ‘El cero y el infinito’ (1940)

Muriel Spark, ‘La plenitud de la señorita Brodie’ (1961)

John Braine, ‘Un lugar en la cumbre’ (1957)

Elaine Pagels, ‘Los Evangelios gnósticos’ (1979)

Truman Capote, ‘A sangre fría’ (1966)

Orlando Figes, ‘La Revolución rusa (1891-1924). La tragedia de un pueblo’ (1996)

Rupert Thomson, ‘The Insult’ (1996)

Gerri Hirshey, ‘Nowhere to Run: The Story of Soul Music’ (1984)

Arthur C. Danto, ‘Más allá de la caja Brillo: las artes visuales desde la perspectiva poshistórica’ (1992)

Frank Norris, ‘Avaricia’ (1899)

Mijaíl Bulgákov, ‘El maestro y Margarita’ (1940)

Nella Larsen, ‘Claroscuro’ (1929)

Hubert Selby Jr., ‘Última salida para Brooklyn’ (1964)

Frank Edwards, ‘Strange People: Unusual Humans Who Have Baffled the World’ (1961)

Nathanael West, ‘El día de la langosta’ (1939)

Tadanori Yokoo, ‘Tadanori Yokoo’ (1997)

Jon Savage, ‘Teenage: La invención de la juventud 1875-1945’ (2007)

Wallace Thurman, ‘Los hijos de la primavera’ (1932)

Hart Crane, ‘El puente’ (1930)

Evgenia Ginzburg, ‘El vértigo’ (1967)

Ed Sanders, ‘Tales of Beatnik Glory’ (1975)

John Dos Passos, ‘Paralelo 42’ (1930)

Peter Guralnick, ‘Sweet Soul Music: Rhythm and Blues and the Southern Dream of Freedom’ (1986)

Bruce Chatwin, ‘Los trazos de la canción’ (1987)

Camille Paglia, ‘Sexual personae: arte y decadencia desde Nefertiti a Emily Dickinson’ (1990)

Jessica Mitford, ‘Muerte a la americana’ (1963)

Otto Friedrich, ‘Antes del diluvio: una semblanza del Berlín de los años veinte’ (1972)

‘Private Eye’ (1961–actualidad)

R. D. Laing, ‘El yo dividido’ (1960)

Vance Packard, ‘Las formas ocultas de la propaganda’ (1957)

Evelyn Waugh, ‘Cuerpos viles’ (1930)

Howard Zinn, ‘La otra historia de los Estados Unidos’ (1980)

Wyndham Lewis (ed.), ‘Blast’ (1914)

Ian McEwan, ‘Entre las sábanas’ (1978)

David Kidd, ‘Historias de Pekín’ (1961)

Malcolm Cowley (ed.), ‘Writers at Work: The Paris Review Interviews, vol. 1’ (1958)

Christa Wolf, ‘Reflexiones sobre Christa T.’ (1968)

Tom Stoppard, ‘La costa de Utopía’ (2002)

Anthony Burgess, ‘Poderes terrenales’ (1980)

Howard Norman, ‘El pintor de aves’ (1994)

Spike Milligan, ‘Mala pinta’ (1963)

Charlie Gillett, ‘Historia del rock: el sonido de la ciudad’ (1970)

Lawrence Weschler, ‘El gabinete de las maravillas de Mr. Wilson’ (1995)

Junto al autor de «Yonqui», «Queer» o «El almuerzo desnudo» William Burroughs